El 2 de junio, las coaliciones de Morena-PT-PVEM y del PAN-PRI-PRD medirán nuevamente sus fuerzas, luego que en 2021 la Oposición consiguió un mayor número de Alcaldías que el bloque oficialista.

La Capital del País que pelean los grupos punteros, más Movimiento Ciudadano, está marcada por la división de simpatías políticas tras meses de bombardeos de campañas fuera de los plazos legales y los constantes reclamos sociales.

Ciudadanos y expertos coinciden en que los ejes principales que pueden motivar los votos, además de la propaganda recibida, son la persistente mala calidad del aire, la sequía y escasez de agua potable, la inseguridad, deficiencias en la atención de víctimas y cifra negra, las fallas permanentes en el Metro, así como la caída de la Línea 12 y colapso de vialidades y las muertes que pudieron evitarse durante la pandemia de Covid-19.
Grisel Salazar, especialista en Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, considera que en esta ocasión el partido en el poder no se define por una holgada preferencia, aunque advierte que cuando las y los capitalinos tengan la boleta en mano podrían reflejar la ventaja que han escuchado que existe para Morena en encuestas, tras el amplio despliegue de promoción y sus líderes proyectados a nivel nacional.
"Los resultados de 2021 fueron como un punto de alerta quizás para Morena que no obtuvo los resultados que esperaba, pero también las elecciones intermedias funcionan de manera muy distinta de las elecciones federales presidenciales, en éstas siempre tenemos este efecto de arrastre donde las figuras más fuertes, que en este caso son candidaturas a la Presidencia y el propio Presidente, arrastran el voto", explica.
Un factor más que podría marcar diferencias por una u otra coalición en la decisión de los 7 millones 932 mil 951 personas en la lista nominal de electores, con credencial vigente que podrían sufragar, según el Instituto Nacional Electoral (INE), es el recuerdo de los discursos sobre temas como derechos humanos, respeto e inclusión.

"Hay cuestiones que se han ganado y difícilmente se aceptaría renunciar por lo que representa el blanquiazul. Creo que sí hay sectores que ven con cierta reserva que llegara un candidato que viene empujado desde el PAN, porque el PAN se ha distinguido por posiciones más conservadoras", comenta.

Y la sensación de grupos de que ni Clara Brugada ni Santiago Taboada o Salomón Chertorivski los representan.
"Mi preocupación es que en el momento de las urnas no sé qué tanto la gente haga este inventario mental de los temas y más bien voten movidos por otras razones como podrían ser las simpatías personales o marcar por el mismo partido todas las boletas independientemente de los cargos", comenta la especialista.

"Además, una sensación de que hay individuos y grupos que consideran que ninguna de las tres candidaturas es una opción. Hay como mucho desasosiego en el sentido de que no nos sentimos muy representadas y representados por las candidaturas, es como un sentir general, creo que no hay una alternativa con la cual nos identifiquemos y que realmente sintamos que nos está escuchando".
Del Morena que se vio quebrantado por una decisión en aras de la equidad de género, esa que le quitó el triunfo en las encuestas internas al ex Secretario de Seguridad capitalino, Omar García Harfuch, y le dio la candidatura para la Ciudad de México a Clara Brugada, ya sólo queda la cicatriz.

La ahora abanderada del partido oficialista en la Capital asegura que, aunque la decisión no fue arropada en un principio por todas las figuras de Morena, ahora, a mitad de la campaña electoral, ya todos se han alineado al proyecto que encabeza.
La morenista, que ha sido muy cuidadosa en no salirse de la narrativa de la construcción del Segundo Piso de la Transformación, insiste en que la buena relación con figuras centrales dentro del partido le permitió sanar las inconformidades que salieron a raíz de aquella encuesta que le daba al ahora candidato al Senado 13.8 puntos de ventaja.

“Eso ya quedó atrás, desde noviembre lo platicamos con todos los compañeros y liderazgos que lo apoyaron a él, y como todos me conocen desde antes de la encuesta interna, fue muy fácil, todos nos llevamos muy bien y para mí esto ya está muy superado”, asegura la ex Alcaldesa de Iztapalapa.
Mientras esquiva las peticiones de fotografías con simpatizantes, tras un mitin, Brugada mantiene un semblante firme ante el cuestionamiento de la fractura interna del partido que causó su candidatura, fractura que siempre negó.

“Yo creo que no hubo inconformidad porque estaba muy claro que eran dos tipos de criterios: la encuesta general y el criterio que en cinco estados de la República tenían que tener candidata mujer, entonces, cuando se hace la revisión, el criterio fue las mujeres más competitivas hacia la sociedad, no internamente, y yo gané el primer lugar de todo Morena”, dice.
Con la cicatriz atendida, la campaña electoral de la morenista ha avanzado siempre de la mano del concepto de continuidad, lugar común que ha explotado hasta el cansancio ante preguntas y críticas sobre su proyecto de Ciudad.

A los pendientes, Brugada les llama continuidad, esto para cuidar que las propuestas en temas prioritarios no resuenen como señalamientos a la administración de la candidata presidencial y ex Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, figura que, a decir de ella, será la que impulse un voto masivo a su partido.
“En seis años se avanza bajo una línea, pero es difícil que se logre resolver completamente los temas, por ejemplo, la seguridad en una ciudad tan grande como ésta siempre tiene que ser una prioridad, o el tema del agua o el tema de la electromovilidad; yo veo una Ciudad con una visión a futuro de 50 años, con muchas líneas que tenemos que seguir, hubo avances muy grandes y ahora tenemos que continuar con esa ruta que dejaron”.

Desde una campaña en la que lleva, según algunas encuestas, al menos 10 puntos de ventaja, Brugada confía en que el fenómeno Sheinbaum y la tendencia del voto duro durante los periodos de elecciones federales sea suficiente para garantizar no sólo su triunfo, sino la mayoría de Alcaldías en la Ciudad de México, la cual perdió la izquierda hace tres años.
“Lo que pasó en el 2021 no se va a repetir, ellos ya sacaron todo lo que podían, ya dieron todo de sí. En otros periodos lograron alcanzar hasta un 70 por ciento de la participación electoral, pero ahora se viene una elección presidencial que levanta muchas pasiones”.

La candidata de la coalición Seguimos Haciendo Historia confía en que el historial de participación, que siempre aumenta en elecciones federales, sea un factor determinante para el voto masivo a su partido y aliados, y no concibe una alternativa en donde tenga que gobernar una Ciudad dividida.
La Ciudad de México ha sido gobernada 26 años por la izquierda, pero el panista Santiago Taboada considera que el hartazgo ciudadano hacia esa corriente política y su experiencia como Alcalde le ayudarán para ser electo y así despachar desde el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.

Son las 15:00 horas del 9 de abril. Taboada abre con paso apresurado la puerta de la sala de juntas de su oficina de campaña, en Insurgentes Sur.
Saluda. Se quita el saco azul marino que portaba y se sienta. El traje lo combina con unos tenis blancos que llevan su nombre, porque los zapatos los mandó a bolear.

El político se asume como quien vino de abajo en las preferencias electorales para alcanzar y rebasar a su principal contrincante a la Jefatura de Gobierno, la morenista Clara Brugada.
“La gente está confiando en un proyecto porque yo sí di resultados, y la gente también está harta de las mentiras de Morena, me parece que esto, en todas las elecciones, siempre son factores.

“Es decir, hay cansancio, hay hartazgo, hay mentiras, hay un mal gobierno, imagínate, hace una semana decía el Jefe de Gobierno que el agua contaminada en Benito Juárez era apta para uso humano, que la gente se podía bañar, que no tuviera miedo en bañarse, después de que tengo imágenes de cómo gente tiene escoriaciones en la piel”.
En 2021, la Alianza PAN-PRI-PRD ganó nueve de las 16 alcaldías. Ahora, considera que esa mayoría se ampliará, pues la manera de administrar del Gobierno de la CDMX impacta en las alcaldías.

Por varios años no han mejorado los servicios del Metro, de salud o de movilidad en la Capital, asegura.

“Porque hay muchas zonas donde nos quedamos muy cerca de gobernar y las cosas están peor”.
La Fiscalía de Justicia capitalina investigó a Taboada sobre su presunta participación en lo que bautizó como “cártel inmobiliario” en la Alcaldía que gobernó durante dos administraciones: Benito Juárez.

Las pesquisas en su contra han durado tres años, las cuales han incluido espionaje telefónico hacia él y familiares, carpetas de investigación o intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).

Con un semblante serio y los brazos sobre la mesa, el panista asegura que se trata de una campaña en la que el Gobierno ha gastado millones de pesos producto de lo que perdieron en las urnas en 2021.
“¿No es un delito que 26 personas hayan muerto en la caída de la Línea 12?, ¿dónde están los responsables?, eso sí es un delito comprobado y comprobable.

“Yo no voy a quedarme callado (…) a mí no me han podido comprobar absolutamente nada, y todo lo que me han querido señalar, les hemos venido ganando en los tribunales”.

Es una tarde calurosa y toma sorbos de agua entre cada pregunta. Adelanta que, en caso de ser electo, en su primer día como Mandatario haría una reingeniería de la seguridad en la Ciudad.
Su proyecto de seguridad incluye rehacer cuadrantes y el programa de proximidad ciudadana, así como proporcionar vigilancia en el transporte público debido a la comisión de asaltos.

Aunque también propone mejorar proyectos que ya existen, como el caso del decadente Hospital Veterinario público del Gobierno de la Ciudad de México, en la Alcaldía Iztapalapa, el cual carece de insumos o no se realizan servicios que son anunciados en Gaceta Oficial, como lo son cirugías a perros y gatos.

“Lo primero que tenemos que hacer es darle herramientas, salarios, servicio, condiciones a la gente que ahí trabaja, como cualquier hospital público. ¿De qué se quejan hoy los médicos de la Ciudad?, que no tienen insumos, ¿de qué se quejan las enfermeras?, que no hay turnos suficientes, ¿de qué se quejan los usuarios?, de que no hay medicinas”.
Salomón Chertorivski tiene claro que arrancó la carrera electoral con desventaja.

Mientras sus competidores llevan meses, o años, en una contienda que señala como tramposa, él comenzó con el principal reto de presentarse ante la Ciudad.

“Nuestro primer reto era darnos a conocer, que supieran que existimos, y pues eso es lo que ha pasado en este mes, casi medio, de campaña: que la gente nos conoce, que nos está viendo, que ya sabe que existimos”, dice.

Salomón, ex funcionario en Salud y Desarrollo Económico, ex vicecoordinador de la bancada federal de Movimiento Ciudadano y candidato a la Jefatura de Gobierno, ha apostado por una propuesta austera, pero con un proyecto concreto.

Su bandera: una campaña sin basura y llegando a los lugares donde está la gente: el Metro, las calles, los cruces peatonales, mercados y escuelas.

“Ir a los lugares donde está la gente, y no esperar que la gente venga con uno, ha salido maravillosamente bien, ir al Metro ha sido una cosa fantástica. Ya llevo, al día de hoy, alrededor de 70 estaciones”, comenta.
Su campaña ha tenido claroscuros, por un lado su celebrada estrategia de comer botanas mientras sus competidores discutían durante el primer debate y que a la fecha le hizo cosechar el apodo de “el de las palomitas”, o el caminar las calles de la Ciudad sin mostrarse inalcanzable.

En contraparte, su acercamiento con políticos que rayan en la ultraderecha y con cuestionable reputación, como Sandra Cuevas, ha hecho dudar sobre la posibilidad que representa su candidatura respecto a una tercera vía.

Pese a ello, y mientras argumenta representar a una izquierda socialdemócrata, alza las manos de la misma Alcaldesa cuya administración abusó de su autoridad en repetidas ocasiones.

“Yo creo que suma, me parece que es una mujer seria, fuerte y que nos une. Tenemos una fórmula muy fuerte al Senado de la República y entre Alejandra Barrales y Sandra Cuevas suman al colectivo de Movimiento Ciudadano; suman, además, experiencia de Gobierno, suman fuerza territorial electoral”, considera.
En sus competidores, tanto de Morena como del Frente, Chertorivski ve una campaña sin propuestas, pero que destaca por la confrontación política.

“Lo he dicho y lo he insistido: no conocen la Ciudad, no saben de la problemática. La experiencia de dirigir una Alcaldía tiene virtudes para ciertas cosas, pero para gobernar la complejidad de la Ciudad simplemente no es suficiente, y no he escuchado una propuesta completa en ninguno de los temas y las más o menos armadas me las han plagiado”, recalca.

De Taboada, señala que le robó la propuesta para expandir la Línea 2 del Metro; de Brugada, apunta el plagio de crear una Agencia de Fomento a la Inversión.

De ambos, critica la forma de hacer campaña y el tapizar la Ciudad con basura electoral.

Tanto en sus propuestas, como en los materiales que emplean, Salomón califica las campañas de sus contrincantes como basura.

“Ante contiendas de basura, lo digo literal, una campaña de propuestas y de respuestas en este tipo de ciudad, una ciudad inteligente y que no se conforma, tiene cabida” resalta.
Sin embargo, Chertorivski tiene claridad en que hay una prioridad en ganar representación en el Congreso. De acuerdo a sus proyecciones, con un número moderado de votantes, requerirían alrededor de 400 mil votos para lograr cinco diputados por la vía de representación proporcional.

Entre los perfiles que le gustaría que llegaran a Donceles están: Royfid Torres, actual coordinador de su campaña y coordinador de MC en el Congreso de la CDMX; Alejandro Piña, dirigente local, y Patricia Urriza, candidata a diputada local.