El difícil año que vivió México en materia económica durante 2019 tuvo eco también en la confianza mostrada por los inversionistas foráneos, que trajeron menos recursos que en años pasados, muy probablemente por la falta de confianza que externaron los empresarios durante el inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador.

La inversión extranjera directa en México descendió a una tasa anual de 5.3% en 2019, debido a un menor dinamismo en las nuevas inversiones y una desaceleración en la inyección de recursos de las matrices foráneas a sus filiales en el país.

El saldo de inversiones nuevas en México alcanzó 32 mil 921 millones de dólares en 2019, lo que representa su desempeño más débil en los últimos tres años, de acuerdo con cifras provenientes de la Balanza de Pagos publicada por Banco de México.

La última ocasión en que el flujo de capital foráneo a México fue menor ocurrió en 2016, cuando la inversión directa cayó 12.3% frente al año previo, hasta ubicarse en 30 mil 989 millones de dólares, de acuerdo con cifras del Instituto Central.

De hecho, el desempeño de la inversión extranjera directa --o aquella que sirve para detonar nuevos proyectos o expansiones y que tiene un efecto benéfico porque ayuda a crear empleos-- fue el más bajo para el inicio de un nuevo gobierno desde 1995.

La caída de la también llamada IED contrasta con el avance de 121.8% al inicio de la gestión de Enrique Peña Nieto (que pasó de 21.7 mil millones de dólares en 2012 a 48.2 mil millones en 2013); el aumento de 52.9% con Felipe Calderón (de 21.2 mil millones en 2006 a 32.5 mil millones en 2007); el 64.7% de Vicente Fox (de 18.2 mil millones en 2000 a 30.1 mil millones en 2001); el 10.3% de Carlos Salinas de Gortari (de 2.9 mil millones en 1988 a 3.2 mil millones en 1989), y de 15.3% con Miguel de la Madrid (de 1.9 mil millones en 1982 a 2.2 mil millones en 1983).

La única ocasión en que la llegada de inversiones en un arranque de gobierno fue menor a la que se reportó en 2019, se remonta a 1995, cuando la gestión de Ernesto Zedillo inició con una baja de 13.2% (al pasar de 11 mil millones de dólares en 1994 a 9.5 mil millones en 1995), en un momento en que México era sacudido por la llamada Crisis del Tequila, que inició a finales de 1994.

Durante el primer año de gobierno de López Obrador, se observó un menor dinamismo en la llegada de inversiones al país por el débil incremento de las nuevas inyecciones de capital que hicieron las empresas, las cuales pasaron de 12 mil 448 millones de dólares en 2018 a 12 mil 827 millones el año pasado, lo que implica un avance de 3%.

De igual manera, al cierre de 2019, los recursos de las cuentas entre compañías --o el dinero que presta la matriz a sus filiales-- cayó 71.6% en un año, al pasar de nueve mil 198 millones en 2018 a dos mil 613 millones de dólares en el año que recién terminó.

Dentro de la inversión extranjera directa el segmento que mantuvo un crecimiento fue el de reinversiones, un rubro que pasó de 13 mil 100 millones en 2018 a 17 mil 482 millones de dólares durante el año pasado, o un avance de 35.2%.

Estas cifras contrastan con las publicadas por la Secretaría de Economía, que encabeza Graciela Márquez Colín, la cual reportó en sus cifras preliminares que la misma inversión tuvo un crecimiento anual de 4.2%.

La diferencia en el cálculo entre ambas instituciones se debe al monto con el que se compara en el periodo de 2018. Por un lado, la Secretaría de Economía toma una cifra preliminar de 31 mil 604 millones de dólares, mientras que el Instituto Central reporta en los flujos de inversión directa en 2018 una suma por 34 mil 746 millones de dólares, conforme se van ajustando esas inversiones en la balanza de pagos de Banco de México.

La dependencia justifica que las inversiones que reporta son las que se notifican en el Registro Nacional de Inversiones Extranjeras, por ello son de “carácter preliminar”.

Así, parece confirmarse la hipótesis de que la caída en las inversiones extranjeras refleja las preocupaciones que han externado las empresas mexicanas y globales en torno a la falta de certeza para arrancar nuevas inversiones, así como la dificultad que han tenido para traer capital de sus matrices a México.

A inicios de 2020, el Consejo Coordinador Empresarial y el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales reconocieron que existían dudas entre los empresarios de colocar nuevas inversiones en el país por el cambio de reglas, en particular en el sector energético.

Incluso, en aquel entonces, Claudia Jañez, la presidenta de la empresa química Dupont México y quien actualmente preside el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, añadió que a las empresas mexicanas les “costaba trabajo” canalizar capital fresco de sus matrices extranjeras.

El sector empresarial se encuentra en mesas de diálogo con el gobierno mexicano para disipar las dudas y reactivar las inversiones en el sector energético, uno de los principales motores para detonar la actividad económica mexicana que se contrajo 0.1% en 2019, de acuerdo con las recientes cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Incluso, Alfonso Romo, el jefe de la Oficina de la Presidencia y enlace con el sector empresarial, estimó que el plan de inversión en el sector energético estaría listo entre esta semana y la primera de marzo, lo que levantó el ánimo entre la iniciativa privada.

“Nosotros estamos a la expectativa para conocer esas medidas. . . lo veríamos como una señal positiva, una señal de confianza en que se recapacitara sobre cuál debe ser el rol del sector privado en las inversiones en general del sector energía”, dijo Ángel García Lascurain, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas, en conferencia de prensa.

El gobierno mexicano reconoce la importancia de la inversión privada en la economía. Por cada peso que el sector público coloca como inversión, los privados ponen siete pesos, ejemplificó Arturo Herrera, secretario de Hacienda y Crédito Público.

“Necesitamos crear condiciones para ellos para que puedan invertir”, dijo el secretario Herrera, la mañana del martes, ante reporteros en Palacio Nacional.




Fuente: sentidocomun.com.mx