Para la clase alta todo está definido; el PAN ya tiene su candidato y el PRI también; y la izquierda institucional y social está dando muestras de su firme convicción por la intolerancia y la división.

Veamos; prácticamente es un hecho que los partidos Morena, del Trabajo y Ciudadano va cada quien con su candidato y por otro lado un sector de los estudiantes está en la idea del Boicot electoral; entonces ¿Cuál podría ser la salida para hacerle la vida pesada a los partidos patronales? O bien para darle una opción en una coyuntura electoral donde el sentido común nos dice que debe aprovecharse para agitar demandas de la plebe; ahí está el gran dilema. Si partimos de una idea básica, cruel y hasta cínica, podríamos decir que la izquierda toda; no solo somos antropófagos sino que la intolerancia y el autoritarismo, es un buen caudal de nuestra cultura; toda nuestra; construida a paso a paso sin descanso… En esta fauna tan divertida y llena de rasgos de anarquismo sui generis (donde cada quien hace lo que le pega la gana y usa a la institucionalidad siempre con ventajas) ¿Le podríamos pedir con un gesto de ingenuidad o de súplica que Andrés Manuel tome en cuenta a los sonorenses para elegir su candidato? Pues no… ¿Podríamos decirle al PT o al MC que hagan lo mismo? Pues no…Algunos me dirán que no son de izquierda y quizá tenga razón, pero con todo y sus burocracias no podemos negar que se han opuesto a las privatizaciones; y para no profundizar diferencias quisiera quedarme con eso. Resulta que un hombre ni joven ni viejo también lidera (aunque no es monolítico, por fortuna) un grupo de estudiantes y están planteando el Boicot electoral por las razones que todos sabemos (fraudes, degradación política, etc), pero es tan antidemocrático como lo son los partidos y hay otras compañeras y compañeros que también plantean lo mismo pero que no están de acuerdo , por lo menos, con los hábitos y métodos de ese líder estudiantil; entonces se pierde la premisa que nos indica “en el origen está el objetivo”. Digamos pues que debemos volver al punto de partida y si queremos cambiar el mundo y soñar con lo imposible, como dice el cliché zapatista; preguntaría ¿No importan nuestros hábitos, tan antidemocráticos como el de nuestro peor enemigo? ¿Queremos destruir lo que deploramos haciendo lo mismo? Nada, nada; ni lo más elemental en tolerancia se nos acredita; mentirosos, marrulleros, eternos dueños de sillón de la cámara de diputados, prendidos en la ubre; de una manera u otra; desde Morena hasta los radicales, terroristas verbales; en algo somos originales; debimos ser parte de esa obra del doble-pensar orwelliano. Mentirosos disfrazados de luchadores sociales que en cuanta se asoman los partidos aparecen de candidatos; dueños de los partidos que desdeñan a los líderes reales, radicales antidemocráticos y todos nos engañamos y hasta saben que no podemos justificarnos pero tenemos el cinismo de intentarlo y después de todo esto ¿No puede salir un “rayo de esperanza”?. Está bien; quiten y tiren la basura electoral, desdeñen la lucha histórica de las mujeres por su derecho a votar que ahora y por las razones que quieran (aunque los Mesías crean muy justas) los radicales se los quitaran de jirón y no me refiero a que no esté viciado el proceso electoral y ni quiero negar que es un negocio ¿Pero quién debe decidir votar o no votar? ¿O como participar en el proceso electoral, (que tampoco implica tener candidato, postularse o votar, porque la abstención también es una forma de participar, entre otras) y quien debe decidir el cómo? Para nada estoy de acuerdo con Morena como elige sus candidatos, ni tampoco con el PT ni el con MC, tampoco estoy de acuerdo tomar la sede PRI y luego no tomar la PAN ni la del PRD, tampoco estoy de acuerdo, en lo general, llamar a votar por Morena, y considero más prudente llamara a votar por el PT y el MC para evitar una izquierda institucional monolítica. Tampoco estoy de acuerdo en llamar a votar por el PT o el MC en Cd. Obregón si el candidato de Morena es Rosendo Arrellanes o el Dr. Escudero en Navojoa sino por Morena, porque la integridad de estos compañeros esta fuera de toda duda. Es decir, debemos buscar un mecanismo o sentarnos analizar detalladamente la coyuntura electoral, porque ante la ausencia de una política clasista o democrática, hagamos uso del pragmatismo, pero por primera vez sin mascaras que ya nos conocemos; no hay alternativas, veamos qué podemos hacer que los enemigos, ellos, si saben a dónde van y cómo. César del Pardo Escalante