Con un autogol y dos expulsiones, Monterrey cayó 0-2 ante unas Chivas que lejos estuvieron de la excelencia, pero que aprovecharon los errores y consiguieron un triunfo vital en sus aspiraciones por mantenerse en puestos de Liguilla.

Más allá de los tres puntos que de momento ponen al Guadalajara en le octavo lugar general, la inyección de ánimo para el cierre del torneo es quizás lo más importante para el equipo de Fernando Gago.

La suerte también estuvo del lado de Chivas que vio cómo su rival se quedó con nueve hombres por las expulsiones de Gerardo Arteaga, quien hizo un berrinche y luego insultó al árbitro y casi sobre el final del partido una dura entrada del 'Cocho' Rodríguez costó la segunda tarjeta roja para los Rayados.

Sin embargo, Chivas aprovechó su momento y con el autogol de Héctor Moreno y la buena definición de Ricardo Marín, se llevó el triunfo con claridad.
Monterrey tuvo la mpas clara del primer tiempo en un error de Alan Mozo. El lateral de Chivas cortó un centro que no llevaba mayo peligro y que prácticamente recentró para la llegada de Berterame, quien no pudo definir por la encimosa marca del 'Tiba' Sepúlveda y el balón solo se estrelló en el poste en una milagrosa jugada.

Chivas también respondió con un buen disparo de 'Piojo' Alvarado en una jugada individual en la que el mismo la comenzó y la terminó apenas por encima del arco de Rayados.

Ya con la primera expulsión de Arteaga sobre el medio tiempo, 'Tano' Ortíz mandó a la cancha a tres jugadores a los que decidió darles descando pensando en el duelo de Ida de la Concacaf ante Inter Miami. Brandon Vazquez, Jesús Gallardo y Erick Aguirre saltaron a la cancha y fue el estadounidense el que casi abre el marcador en el inicio del complemento.

Vazquez ganó muy bien un cabezazo en el área y obligó a un atajadón del 'Tala' Rangel para salvar su marco.

Fue sobre el minuto 71 cuando Erick Gutiérrez robó la pelota y metió un gran pase filtrado a Cade Cowell, quien disparó, Andrada tapó bien, pero el rebote se fue sobre Héctor Moreno, quien no pudo hacer nada y solo empujó la pelota al fondo de su propio arco.