PADRE GALLO Y PADRE MORITA YA ESTAN EN CEROCAHUI, LUGAR DE DONDE NO QUERIAN IRSE
Por Agencias, 27/06/2022 07:54
El padre Gallo y el padre Morita ya están en Cerocahui. Al mediodía, la orden jesuita cumplirá sus deseos de quedarse para siempre en la sierra Tarahumara y enterrarán sus cuerpos en el atrio del templo donde hace una semana el crimen organizado les arrebató sus vidas.
Ayer, en medio de una tromba, el cortejo fúnebre de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar llegó a Cerocahui, comunidad enclavada en la barranca de Urique, cerca de las 4 de la tarde, luego de un trayecto de casi siete horas que arrancó en el municipio de Creel pasadas las 9 de la mañana tras una misa de cuerpo presente.
El trayecto, de poco más de 100 kilómetros y unas dos horas, tardó tanto porque la caravana se detuvo en varias poblaciones que quedaban de paso. La gente, a pie de la carretera con globos y flores, solo pudo tocar las carrozas fúnebres, en contraste con las comunidades tarahumaras, donde bajaron en un par de ocasiones los ataúdes para realizar sus rituales tradicionales con baile e incienso.
Para los rarámuris la danza es oración, dicen que entran en comunicación con su dios, por eso la vestimenta especial: en los pies las akaka de suela ligera y correas hasta el tobillo, las quemacas y las fajas, además de las koyeras para mantener el cabello en su lugar.
Desde el sábado en la capital del estado y ayer en Creel y Cerocahui, los tarahumaras han estado presentes en todos los homenajes que se le han hecho a los sacerdotes de la Compañía de Jesús, quienes dedicaron de sus vidas a este pueblo indígena 51 y 23 años, respectivamente.