EL AUMENTO DISCRETO Y FUERTE DE LAS TARIFAS DE AGUA DE HERMOSILLO
Por Redacciòn, 15/11/2021 07:24
Renato Ulloa Valdez, fue el Director general de Agua de Hermosillo en el trienio (2105-2018) del Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez, más conocido como Maloro Acosta y ahora vuelve al mismo puesto con Toño Astiazaran; en el trienio del Maloro quedo mal y ahora ya empezó peor; veamos.
En la eficiencia física de la operatividad de la paraestatal se dio un poco más del 50% lo que implica que en parte se malogró como el 35%, mismas que se supone la aprovechan las grandes empresas que según el imaginario popular “se las roban” y un tanto más, digamos el 15% se suministra por la vía de los hechos a los asentamientos irregulares o barrios precarios. Sin embargo, el porcentaje de consumo de agua se podría resolver con el 10% del agua despreciada por el uso agrícola, básicamente de la Costa de Hermosillo, pero bueno, ese es otro tema.
Bien, para ubicarnos, solo el 53.95% del agua que navego por la red fue facturada o comercializada, perdiéndose casi la mitad del líquido vital. En ese mismo periodo el señor Renato Ulloa motivo el aumento del 25% en el año 2106 y el 35% en el 2017; es decir tuvo un aumento del 60%, lo que significa un rotundo fracaso en la eficacia física como administrativa cuyo costo cayó sobre la espalda de los usuarios.
Pues bien, bajo el argumento que la Ley del agua del estado de Sonora, y su artículo 164 sustentan la actualización tarifaria, “por lo anterior, Agua de Hermosillo a propuesto en la ley de ingresos del municipio de Hermosillo del 2022 AUMENTO de los servicios del organismo” (cita textual y mayúscula mía) y en franca contradicción solicita ACTUALIZACIONES del 10% en la tarifa doméstica, urbana y rural… 5% de la tarifa comercial y otros aumentos más… Es evidente que los términos actualizaciones y aumentos son un simple juego de palabras para no dejar definido que en realidad es un aumento y no una actualización.
Para justificar el aumento Agua de Hermosillo toma como referencia el índice inflacionario del 2017, con el pretexto que en cuatro años no se ha realizado actualizaciones tarifarias, porque hacerlo desde el 2016 implica reconocer que las tarifas han aumentado más que la inflación.
Cita textual “la última actualización fue en el año 2017, desde esa fecha el crecimiento de la inflación ha sido de un 22.43% (fuente: calculadora de la inflación del INEGI) sin haber actualización alguna en esos años”. Fuente: Agua de Hermosillo.
Pues bien, ¿si en el 2016 la inflación fue del 2.82%, porque se aumentó el 25% la tarifa del agua y en el 2017 fue de 6.04% y se aumentó un 35%, porque no recurrió el alcalde Antonio Astiazaran y el antes y ahora directora de Agua para realmente actualizar las tarifas?
Si Renato Ulloa justifica el aumento tomando como referencia el 22.43% de la inflación del 2107 al 2021, no sería justificable y más cuando del 2016 la inflación fue de 2.82 y en el 2017 de 6.04; es decir la inflación del 2016 al 2021 fue de 31.29%, mientras que las tarifas aumentaron el 25% en el 2016 y el 35% en el 2017, más el 10% que se propone para el 2022 sería un aumento del 70% es decir 38.71% arriba de la inflación; para ser claros y precisos, para actualizar las tarifas de Agua de Hermosillo deberían proponer bajarlas en un 38.71%.
Para no darle tanta vuelta al asunto, no sale sobrado recordarles que todos saben que las actualizaciones son anuales y no cada cuatro años y lo que está pasando en Hermosillo es un simple aumento al puro estilo de Renato Ulloa Valdez; también hay que recordar que Renato es un motivador de movilizaciones sociales; eso debería calcularlo Toño Astiazarán porque Hermosillo no es Guaymas; aquí se concretan el 70% de los medios de comunicación, la sociedad más politizada y un pujante pensamiento crítico; veamos las reacciones al inicio del 2022; porque las habrá.
César Del Pardo Esacalante