LAS VACUNAS OCCIDENTALES SON LAS PREFERIDAS EN ALGUNOS PAISES DE ASIA
Por Agencias, 31/07/2021 15:49
Los países en desarrollo en el sudeste asiático están recurriendo cada vez más a las vacunas occidentales a medida que el ritmo de las inmunizaciones se ralentiza en Estados Unidos y se abren los suministros, lo que marca un cambio en materia de la dependencia que tenían de las vacunas chinas a principios de año.
En los últimos días, Indonesia y Malasia han dicho que esperan recibir millones de dosis de una vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech en la segunda mitad del año. Filipinas ya ha comenzado a recibir dosis de vacunas de Moderna y Pfizer, y espera millones más en los próximos meses.
La mayor parte de las vacunas en Indonesia y Filipinas en la primera mitad del año provino de Sinovac Biotech, de China, y Malasia se había basado principalmente en una combinación de Sinovac y Pfizer. Los países no han citado preocupaciones sobre la eficacia de Sinovac como una razón para tomar las vacunas occidentales, aunque Indonesia dijo recientemente que planeaba dar una vacuna de refuerzo a los trabajadores de la salud que habían recibido dos dosis de la vacuna Sinovac.
El giro hacia las vacunas occidentales se produce cuando los casos de covid-19 han aumentado rápidamente en toda la región y en otras partes del mundo en desarrollo a medida que la variante Delta altamente contagiosa se propaga por todo el mundo.
“Hay un cambio”, dijo Chong Ja Ian, profesor de ciencias políticas en National University of Singapore. “La escasez y los efectos del acaparamiento están disminuyendo un poco, de modo que los países que quieren de Moderna y Pfizer pueden conseguirlo ahora”.
El cambio le da a Estados Unidos y sus aliados la oportunidad de recuperar algo de buena voluntad con algunos líderes políticos en el mundo en desarrollo que se habían sentido frustrados porque los países occidentales dieron prioridad a sus propias poblaciones para la vacunación.
Las vacunas occidentales en la región se han complementado con donaciones de Estados Unidos, que proporcionaron tres millones de dosis de Moderna a Indonesia hasta el fin de semana pasado, y realizaron contribuciones similares en las últimas semanas a países como Malasia, Pakistán y Nepal.
El mes pasado, Estados Unidos se comprometió a comprar y donar 500 millones de dosis de Pfizer a los países más pobres para mediados de 2022, y este año se entregarán 200 millones.
Chong dijo que el reciente cambio en la dependencia de las dosis occidentales no significa que Estados Unidos sea visto de inmediato como un socio confiable para los países que lucharon durante meses para obtener sus vacunas. “El hoyo que se cavó al principio era bastante profundo”, dijo. “Así que recuperarse completamente de eso va a requerir un poco más de esfuerzo”.
Pfizer y BioNTech dijeron hace unos días que a lo largo del año entregarán 50 millones de dosis de su vacuna a Indonesia, el país más poblado del sudeste asiático con 270 millones de personas, que hasta ahora ha recibido la mayor parte de sus inyecciones de fabricantes chinos.
La vecina Malasia, que ha utilizado principalmente una combinación de las vacunas Pfizer y Sinovac en su campaña nacional de vacunación, dijo esta semana que dependería de Pfizer en el futuro, ya que ya ha pedido alrededor de 46 millones de dosis, suficiente para inmunizar completamente a dos tercios de su población de 33 millones de personas.
La semana pasada, el gobierno dijo que esta postura no tenía nada que ver con las preocupaciones sobre la eficacia de la inyección de Sinovac, sino simplemente porque el lote final de aproximadamente 15 millones de dosis que ordenó llegará en agosto.
Filipinas, que se ha basado principalmente en la inyección de Sinovac, dijo el mes pasado que importaría 40 millones de dosis de la vacuna Pfizer, su mayor acuerdo de compra de vacunas hasta el momento. Sus primeras dosis de la inyección Moderna, que había pedido a granel en marzo, comenzaron a llegar a fines de junio y recibió su segundo lote, de alrededor de 250 mil dosis, hace una semana.
Algunos de los países que recurren a las vacunas occidentales tienen bajas tasas de inoculación y están luchando con aumentos repentinos de casos. En Indonesia, que ha vacunado completamente 6% de su población, mil 205 personas murieron a causa de covid-19 hasta el viernes pasada, un nuevo récord diario. Malasia, que también está experimentando un gran aumento de casos, ha vacunado completamente a alrededor de 13% de su población. Filipinas ha vacunado cerca de 4%, de acuerdo con Our World in Data, un proyecto con sede en University of Oxford.
La afluencia gradual de vacunas occidentales a la región se produce en un momento en que algunos países de Asia han señalado una falta de confianza en la inyección de Sinovac, que en un estudio brasileño demostró tener una eficacia tan baja como de 50% para prevenir infecciones sintomáticas. Sinovac está estudiando la protección que brinda su vacuna contra la variante Delta, que está muy extendida en Indonesia y otros países de la región, pero aún no ha publicado datos.
Dos estudios recientes en Reino Unido encontraron que la vacuna de Pfizer es altamente efectiva para prevenir enfermedades graves causadas por la variante, mientras que su protección general contra la infección puede verse reducida. Un estudio separado de la vacuna Pfizer de Israel mostró resultados similares.
Después de vacunar a la mayoría de sus trabajadores de la salud con Sinovac a principios de año, el ministro de salud de Indonesia dijo la semana pasada que el país usaría el suministro de dosis de Moderna que recibió de Estados Unidos para proporcionar una tercera vacuna de refuerzo a los trabajadores médicos.
La decisión siguió a un informe de una organización médica local sobre que al menos 20 médicos indonesios completamente vacunados con la vacuna Sinovac murieron de covid-19 este año.
“Nuestros trabajadores de la salud están bajo una presión extraordinaria, especialmente en esta segunda ola de la pandemia, por lo que queremos confirmar que están protegidos al máximo”, dijo el ministro de Salud de Indonesia, Budi Gunadi Sadikin. En una audiencia parlamentaria en abril, dijo que China había demostrado ser el proveedor de vacunas más confiable para Indonesia.
A principios de esta semana, el Ministerio de Salud de Tailandia dijo que también ofrecería inyecciones de refuerzo a sus trabajadores de la salud que habían recibido dos dosis de la vacuna Sinovac, usando dosis de Pfizer o AstraZeneca. Los trabajadores de la salud que habían recibido solo una dosis recibirían AstraZeneca como la segunda. La decisión siguió a la revelación del gobierno de que cientos de trabajadores médicos tailandeses se infectaron entre abril y julio, aunque todos menos dos evitaron enfermedades graves, de acuerdo con las autoridades.
Algunos gobiernos de la región seguirán recibiendo grandes pedidos de vacunas chinas. En junio, el gobierno de Indonesia dijo que esperaba recibir alrededor de 180 millones de dosis de Sinovac para fin de año, lo que incluye decenas de millones de dosis más que se entregarán durante los próximos cinco meses.
Hasta ahora, los gobiernos regionales que han confiado en Sinovac han evitado criticar la vacuna, que de acuerdo con los expertos, probablemente tiene como objetivo evitar una ruptura con China y evitar que aumenten las dudas sobre las vacunas en el país.