La campaña de la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton lanzó ayer su programa ?Nuestros negocios, nuestra América? para movilizar el voto latino con la ayuda de pequeños empresarios hispanos.

Los pequeños empresarios ofrecerán sus locales para organizar mesas redondas de debate, realizar campañas promocionales del voto o acoger fiestas para seguir los debates de los candidatos presidenciales.

"Hillary reconoce que los propietarios hispanos de pequeños negocios son la piedra angular de nuestros vecindarios y por eso ella nos encargó elaborar un programa que les empodere para movilizar a los latinos a ir a las urnas. Y los empresarios latinos saben que Hillary Clinton les guardará las espaldas como Presidenta?, explicó Lorella Praeli, directora nacional para el voto latino de la campaña de la candidata demócrata.

La puesta en marcha del programa coincidió con el lanzamiento de un plan para impulsar las pequeñas empresas, del que, según la campaña Clinton, también se beneficiarían los empresarios hispanos si la candidata demócrata es elegida presidenta.

Unos 27.3 millones tendrán derecho a voto en las próximas elecciones presidenciales de noviembre, aunque se calcula que sólo unos 13 millones de latinos acudirán a las urnas.

Los votantes latinos suelen acudir a votar en menor número que otros grupos. En 2012, menos de la mitad (48%) de los hispanos con derecho a voto fueron a las urnas, frente al 64.1% de los blancos y el 66.6% de los negros.

CLINTON ESPERA UN DEBATE ?CHIFLADO?

Por otra parte, Clinton sugirió ayer que su rival republicano, Donald Trump, podría ser un adversario imprevisible en el próximo debate que sostendrán, y dijo que se prepara para responder a ?cosas chifladas?.

Clinton bromeó sobre lo que espera de su poco convencional oponente durante el debate programado en un mes cerca de Nueva York.

"Tienes que estar preparada para cosas chifladas. Estoy diseñando un plan en base a mis experiencias aprendidas en la escuela primaria?, dijo por la noche durante el show Jimmy Kimmel Live.

Trump ha sugerido que podría faltar a alguno de los tres debates programados, pero la tendencia negativa en las encuestas y la gran audiencia de los debates podría ayudarlo a convencer a indecisos.