"NO CONSTRUIREMOS UN MURO, EN SU LUGAR UN CAMINO A LA CIUDADANÍA PARA INMIGRANTES": HILLARY
Por Agencias, 30/07/2016 07:23
En su discurso Hillary declaró: "No construiremos un muro. En su lugar, construiremos un camino a la ciudadanía para millones de inmigrantes que ya están contribuyendo a nuestra economía", esto al aceptar la nominación a la candidatura presidencial del Partido Demócrata.
Hillary Clinton aceptó la candidatura demócrata a la Casa Blanca con un discurso de contrastes con Donald Trump. Sus palabras fueron la culminación de un camino largo y difícil en una convención que la aplaudía con fervor pero donde también fue interrumpida por gritos en contra, algo muy inusual.
La candidata defendía la unión contra el miedo de Trump. “Seré una presidenta para los demócratas, para los republicanos, para los independientes… para los que votaron por mí y para los que no”, dijo.
El discurso más difícil
Clinton dio uno de los discursos más difíciles de su carrera y tal vez uno de los más delicados para cualquier candidato presidencial. Quiso resaltar el simbolismo de poder ser la primera mujer presidenta, pero temía darse demasiada importancia. Le convenía parecer vulnerable para empatizar con los votantes, pero fuerte para presentarse como la candidata segura contra Donald Trump. Tenía que inspirar a los seguidores de Obama o a los de Sanders, y a la vez coquetear con los republicanos desencantados.
A última hora de la tarde, ni los portavoces de su campaña tenían el discurso, que la candidata siguió retocando hasta el final.
La impopular Clinton, que ha despertado pasiones a favor y en contra durante tres décadas, intentó acercarse a los votantes con detalles personales sobre lo que significa para ella la contienda. A la vez, se presentó como la opción razonable, con credenciales en política exterior y de seguridad, frente a un candidato impredecible y sin experiencia de Gobierno.
Su discurso estuvo precedido por un vídeo de homenaje dirigido por Shonda Rhimes, productora y guionista de la serie Scandal, un relato de sexo y violencia en la Casa Blanca. El documental, en cambio, mostró una imagen idílica de la candidata, como una luchadora desde que tenía cuatro años y su madre le dijo que no se dejara intimidar por otro niño. Lo narraba Morgan Freeman.
Pero los abucheos no estaban en el guión.
Clinton recibió una ovación al principio y al final de su discurso y fue interrumpida continuamente por aplausos y coros de “Hillary”, pero también por algún grito aislado de invitados y pitidos de parte de los delegados de Sanders.
Nada más empezar ella dio las gracias a Sanders por “inspirar a millones de americanos”. “Tu causa es nuestra causa”, le dijo. El senador de Vermont aplaudió a regañadientes.
A los bernianos les sugirió que miraran el ejemplo de los fundadores de Estados Unidos, que hicieron la revolución en Filadelfia basándose en “buscar el terreno común”.