Su encarcelamiento evidencia la conducción irregular del aparto de justicia estatal y el acompañamiento que realizaron algunos políticos con empresarios del ramo inmobiliario.

Pese a estar privado de su libertad desde el 4 de noviembre de 2015 por su presunta responsabilidad en el delito de robo con violencia a tres casas ubicadas en la calle Encino del conjunto habitacional Villas del Real de Tecámac, José Humbertus Pérez Espinoza, representante legal de la asociación civil Frente Mexiquense en Defensa para una Vivienda Digna, sigue siendo un ciudadano sumamente incomodo ya no sólo para empresarios del ramo inmobiliario con operación en el Estado de México y algunos políticos mexiquenses que han actuado de la mano con los primeros.

Sino ahora también para investigadores de la Procuraduría y jueces estatales, ya que su estancia en la cárcel le ha permitido confirmar que en la administración del gobernador Eruviel Ávila Villegas, miles de personas han sido recluidas de forma injusta en los centros de “readaptación” social administradas por el Gobierno del Estado de México (GEM).

El Licenciado en Economía, Maestro en Historia y Posgraduado en Derecho Constitucional, Humbertus Pérez Espinoza quien ha ganado litigios a representantes legales de inmobiliarias como Urbi, desde su reclusión sostiene que sin prueba alguna y con base sólo en testimonios como es su caso, en estos momentos un importante número de personas internadas en penales mexiquenses enfrenta acusaciones falsas.

Por lo que ha decidido emprender otra lucha jurídica que tiene como objetivo lograr la libertad de esos internos que son víctimas de su ignorancia jurídica, pero sobre todo del aparato de “justicia” mexiquense que está operando no para detener, sancionar y castigar a los que transgreden la ley sino para engrosar la estadística de la actual administración.

De acuerdo a reportes de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) del Gobierno del Estado de México (GEM), de enero 2014 a marzo de 2015, el aumento de internos en las cárceles mexiquenses ha sido sustancial, al pasar de 20 mil 67 internos en enero de 2014 a 25 mil 756 a marzo de 2015.

Personas privadas de su libertad, sentenciados y procesados, en los Centros de Readaptación Social del GEM que para febrero de 2016 sumaron un total de 26 mil 864 internos según el más reciente reporte de la autoridad estatal.

Cifras a las que tuvo acceso metricadigital.com/home advierten que el comportamiento mensual en 2014 y 2015 de la población penitenciaria mexiquenses, fue el siguiente:

20 mil 067 en enero, 20 mil 476 en febrero, 21 mil 040 en marzo, 21 mil 378 en abril, 21 mil 963 en mayo, 22 mil 497 en junio, 22 mil 984 en julio, 23 mil 590 en agosto y 24 mil 022 en septiembre de 2014.

Para enero del 2015, la cifra rompió la barrera de 25 mil personas privadas de su libertad y en marzo llegó a 25 mil 726 reclusos.

En su momento Damián Canales Mena, ex titular de la CES, admitió que en las cárceles estatales existía una sobrepoblación de casi cien por ciento, aunque sostuvo que era preferible enfrentar dicho fenómeno a tener a los delincuentes causando daño en las calles y afectando a la población.

De acuerdo a los reportes de la CES durante el primer trimestre del año 2015, en los 21 Centros de Readaptación Social con los que cuenta el GEM, se registraron 5 mil 186 ingresos y 4 mil 235 egresos, es decir 47 internos salieron cada día en el f}referido periodo.

“Aquí impera la tortura, la fabricación de delitos. Hay gente acusada de violación sin tener las pruebas periciales que se requieren; hay jóvenes que son acusados de robo sin que se tengan las huellas dactilares (que los incrimine) de lo robado o en la supuesta arma que utilizaron”, precisa desde el penal de Chiconautla Pérez Espinoza al periodista Luis Pantoja, titular de la tercera emisión del noticiero radiofónico Al Instante.

El 25 de abril del presente año el Frente Mexiquense en Defensa para una Vivienda Digna emitió un comunicado que en sus primeros párrafos precisa lo siguiente:

En el primer documento que dimos a conocer desde el Penal de Chiconautla, señalamos que el Nuevo Sistema Penal, Adversarial y Oral nació muerto por la corrupción de los servidores públicos que dirigen la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), y afirmamos que para el gobierno de Eruviel Ávila Villegas los imputados solo somos estadística en su falsa lucha contra el crimen.

Estas afirmaciones no fueron una ocurrencia, son una realidad, que afecta a miles de familias, en virtud de que en los penales del Estado de México, las personas que están detenidas, procesadas y sentenciadas, cientos de estas son inocentes.

Los delitos que se les imputan están fabricados y sin contar con pruebas suficientes seguirán dando órdenes de aprehensión, se realizan formales acusaciones, se les impondrá la medida cautelar de prisión preventiva, los vincularan a proceso, y serán llevados a juicios orales sentenciados a cumplir condenas injustas, teniendo como principal elemento solo la imputación de supuestas víctimas del delito, en cientos de casos se utiliza la tortura brutal para que los presuntos responsables se declaren culpables, se precisa en el referido comunicado.

Desde la sombra del penal de Chiconautla, Pérez Espinoza, lamenta que el nuevo sistema de impartición de justicia basado en la oralidad, opere con policías municipales y estatales con poca o nula preparación y con agentes “investigadores” que siguen realizando sus funciones con prácticas tan irregulares como es la tortura e invención de pruebas y falsos testimonios.

Por lo que no dudo en sostener que con dichas conductas policíacas el nuevo sistema oral estará destinado al fracaso, porque el aparato de justicia seguirá siendo usado de forma política para detener a las personas críticas e incomodas al gobierno y a los poderosos.

“En la cárcel se vive la humillación, se vive la tristeza, se vive la soledad espiritual. Los compañeros –internos— padecen actos de injusticia… A mí me intentan llevar a proceso hasta por doce meses, quieren privarme de mi libertad por ese lapso de tiempo; saben perfectamente que soy inocente y tratan de hacer lo posible por mantenerme encerrado”, ha sostenido Humbertus Pérez Espinoza desde la cárcel.

A diferencia de otros dirigentes sociales con desempeño en el Estado de México, Pérez Espinoza, abandera a ciudadanos de clase media (que adquirieron viviendas a través de créditos bancarios) y cuenta con un amplio conocimiento del derecho.

Esto último le ha permitido echar abajo las dos primeras acusaciones con la causa penal 1718/2015 y 1720/2015 de robo con violencia, supuesto acto delictivo imputado de forma verbal por Noé Zenteno Ruiz y Delia Hernández Morales a Humbertus.

En la primera carpeta de investigación el supuesto afectado (parte acusadora), asume el papel de víctima y la otra funge como testigo, y en la segunda carpeta, los papeles se invierten, es decir la víctima es testigo y el testigo es víctima.

Para el mes de marzo todo parecía indicar que el representante jurídico del Frente Mexiquense saldría de la cárcel, pero de forma repentina surgió una tercera carpeta de investigación, exactamente por el mismo delito: robo a casa habitación con violencia.

Las mismas víctimas seguían narrando y asegurando al representante del Ministerio Público de la Procuraduría y Jueces estatales que el especialista en derecho Humbertus Pérez Espinoza, se convirtió de la noche a la mañana en un vulgar ladrón de casas y sin prueba alguna que demostrara su dicho el juez consideró que había elementos (verbales) para vincularlo a proceso.

Es decir, nuevamente, comenzó la apertura de un proceso que permitirá a la parte acusadora, la cual es respaldada por los investigadores de la Procuraduría, aportar elementos para demostrar su aseveración y la parte acusada hará lo necesario para demostrar su inocencia.