Una colección de 64 fotografías del explorador y etnógrafo noruego, Carl Lumholtz, conocido por su meticulosa investigación de campo y publicaciones etnográficas de culturas indígenas de Australia,

y de Aridoamérica en México, es expuesta todo el mes de octubre hasta el 5 de noviembre en las instalaciones del Museo Casa Chihuahua.


La colección es parte del acervo de la fototeca del instituto Nacional de Antropología e Historia delegación Chihuahua y fue organizada por el titular de esta área, Jorge Meléndez Fernández.


La exposición titulada “Carl Lumholtz: el explorador del noroeste de Chihuahua” es una muestra fotográfica, en blanco y negro, del trabajo del incansable explorador del periodo de 1890 a 1898 en el estado de Chihuahua, sobre todo en la Sierra Tarahumara.


Durante la inauguración estuvieron presentes tanto Meléndez Fernández, como el delegado del Centro INAH Chihuahua, Jorge Carrera Robles y la directora del Museo Casa Chihuahua María Isabel Sen Venero.


Carrera Robles explicó la importancia de esta muestra dentro del estudio histórico y antropológico de los grupos indígenas de nuestro estado que fueron retratadas.


Y es que se considera que Lumholtz es un autor bastante singular, entre muchas cosas por el propósito de su presencia en México. Muchos estudiosos del trabajo de este científico de origen noruego aseguran que otros extranjeros del siglo XIX observan a los indígenas como parte de un paisaje mexicano que recorren por asuntos de negocios, profesión o política, por el contrario, Lumholtz viene a México a conocer a los indígenas, sus particularidades físicas y culturales, viene pues en su calidad de antropólogo.


Esta exposición muestra ese trabajo, y se trata de una serie de retratos a indígenas pertenecientes a la etnia Pima, en los cuales se puede entender las características de las comunidades retratadas y estudiadas, esta investigación que hoy se refleja en una elaborada muestra fotográfica, fue parte también del libro, que escribiera el propio Lumholtz, “El México desconocido” que vio la luz por vez primera en 1902.


Estas y otras razones hacen imperdible esta muestra fotográfica que enmarca un momento especifico de la historia de nuestro estado, de las ahora zonas arqueológicas de Chihuahua y de la antropología de los pimas.