Si algo podemos lamentar de esta coyuntura electoral es la ausencia de Marichuy en las boletas electorales; la única candidatura que cuestiona la agresión capitalista y que llamara a organizar al pueblo desde abajo;

no estará; ahora tendremos las diversas opciones de la burguesía mexicana cuya conformidad; para algunos: es votar por el “menos malo”; así de jodida está la situación.
Las mafiosa clase política mexicana cuyo control sobre los partidos es indiscutible, sea Morena, el PRI, PAN, PRD, y demás porquerías; así acomodaron a toda la fauna institucional en los puesto de elección (salvo pequeñísimas excepciones) dejando intacto el futuro control administrativo del estado o el gobierno a manos de los mismos.

Un sector fuerte de la población, sobre todo el más politizado, es decir la clase media, maestros, médicos, burócratas, empresarios pequeños y medianos, etc. Sin duda identifican al PRI y al PAN como los verdugos de sus situación actual; solo que en medio de la obscuridad y con su recurso, que es el voto, optaron por el “menos malo” ya que “peor no ya podemos estar”; hasta ahí estaba más o menos bien las cosas, pero en medio del proceso el “menos malo” se encargó de ver a los agraviados que parte de sus verdugos serian pasajeros de su tren; ahí fue donde “torció el rabo la puerca”.

Básicamente la población reprueba la política entreguista y malosos del PRI y del PAN contra las mayorías y la idea es buscar una opción a esa política depredadora, entonces una de las opciones se decía era Morena con sus simpático líder que si no gana se ira por su rancho muy campante, como si lo que está en juego en el país es el anhelo de una personaje y no el destino del pueblo.

Para lograr su “legítima aspiración personal” Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya hecho todo lo necesario para tranquilizar a la burguesía nativa e imperialista; casi todos los activistas de izquierda clasista fueron expulsados de MORENA, sea en Sinaloa, Baja California, Durango, Campeche, Veracruz, etc. Y en lugar integro a los viejos conocidos de salinismo priista o a lo más corruptos de panismo; así pues; no hay porque alarmarse en caso de ganar y pueden estar tranquilos ya que su papel de “domador del tigre está garantizado”; por si alguien tiene duda su papel funcional al estado.

En el lenguaje marxista estamos en medio un personaje que a lo máximo jugara el papel bonapartista en medio de la grave crisis social y política del país; en caso de ganar; sin embargo su política timorata y su conglomerado de morenistas, priistas, panistas y salinistas no le pueden garantizar el triunfo holgado que presumían meses atrás; y los priistas y los panistas no solo lo tienen rodeado sino que además saben que el hecho que AMLO se compacta con personajes que se supone que con el simple dinero contribuirá a ganar anda muy equivocado; otros del dinero también están en el PRI como en el PAN y la gran diferencias, sobre todo en el PRI es que este partidos tiene una base social que solo podría contrarrestar Morena si hubiera incluido a líderes sociales en sus candidaturas.

Ahora ante los ojos del mundo ya Morena es muy poco lo que se diferencia del PRI o del PAN en el amplio aspecto electoral y esta percepción sin duda consolidara el abstencionismo en el país, cuya razón; mayoritariamente; es un reacción de protesta prepolítica.

Los pejistas en sus chantajes hablan que los votos nulos o la abstención ayudan al sistema como si ellos no fueran parte del mismo, pero además dan por hecho que su discurso y su candidato no es capaz de seducir a los abstencionistas; no tengo la menor duda que Marichuy a pesar de no estar en las boletas electorales recorra el país y ahí debemos estar muy atentos, es una posibilidad de darle una opción; entre otros; a los abstencionistas y a quienes han decidido otro modo de elección como Cherán o las Juntas de buen gobierno zapatista, entre otras opciones de poder, como por ejemplo las autoridades Seris o Yaquis por nombrar algunas .

Sin embargo debemos tener el cuidado y el respeto por quienes ven a AMLO como una posibilidad de un cambio (que dicho de paso es tan abstracto como el “cambio” que prometió Vicente Fox), esto no impide que donde haya candidatos que representan un enemigo franco del pueblo como es el caso de las senadurías en Sonora de las coaliciones del PRI, PAN y Morena llamar a no votar por ellos; eso podría ser un opción entre otras. En mi próxima entrega abordare con más detalles el fenómeno de abstencionismo y el boicot electoral contra los enemigos del pueblo.

César del Pardo Escalante