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DEUDA PÚBLICA EN SONORA ¿Y LOS AGRAVIOS?: CÉSAR DEL PARDOPor Redacciòn, 2016-06-25 08:58:32
Por años la ciudad de Detroit, Michigan era una especie de símbolo del sueño americano; pero resulta que un mal día las más importantes empresas lanzaron el vuelto; fue el primer y más significativo asalto de un asesino metafísico de nombre Neoliberalismo, cuyo fantasma empezó a recorrer el mundo. En lenguaje cristiano esto significa la desregulación económica del estado y entonces el capital como ente internacional empieza su viaje depredador; así, la otrora ciudad-orgullo de Detroit se parte en mil pedazos y las compañías automotrices empezaron a trasladarse donde la mano de obra barata les garantizara mejores ganancias; Detroit paso de dos millones de habitantes a menos de 600 mil. Edificios, oficinas, quedan al abandono y empleados públicos y demás sufrieron los recortes de la administración municipal, ante la falta de cooptación de recursos; este fenómeno se extendió por toda la unión americana desde la metrópoli de New York hasta comunidades pequeñas como Riverside, California; con un denominador común; la crisis de la deuda pública. Este fenómeno se traslada y se magnifica en otros países y otros estados y ciudades producto de la desregularización de la economía y México, Sonora y Hermosillo no podían ser la excepción. Las finanzas de las ciudades están prendidas en alfileres y no solo por la economía dependiente que dejo fuera a los sectores primarios y secundarios sino porque la corrupción se ha convertido en un cáncer que atenta y pone al borde del colapso a las finanzas públicas. En Sonora, la pasada administración panista, encabezada de Guillermo Padrés Elías dejo en bancarrota las finanzas que podría tener graves repercusiones en década en el funcionamiento público. En la iniciativa de ingreso, para el 2016, que mandó la gobernadora Claudia Pavlovich al Congreso local, dice “Por su parte, los mercados financieros internacionales registraron una elevada volatilidad, la cual estuvo relacionada con el proceso de normalización de la política monetaria en Estados Unidos, la crisis de deuda en Grecia, riesgos geopolíticos y el debilitamiento del crecimiento económico global.” Independientemente de la interpretación de la economía nacional y su posible aumento del PIB o no (incluido el de Estados Unidos) poco varía la crisis de la deuda pública del estado y sus municipios; y en efecto el caso de Grecia es un referente que no debe pasar desapercibido. Tomemos unos ejemplos; dice en el texto de la Iniciativa de Ingresos “las proyecciones de ingresos federales para el próximo año, la presente Iniciativa contempla un presupuesto de ingresos por 54,628.6 millones de pesos. Dicha cifra se integra en un 87.6 por ciento por ingresos de la Administración Pública Centralizada y en 12.4 por ciento por ingresos propios de las entidades paraestatales, lo que representa recursos en términos absolutos por 47,871.2 y 6,757.4 millones de pesos, respectivamente.” y si comparamos este ingreso con el de Sinaloa del ¡2013! Es irrisorio; dicha entidad obtuvo en el 2013, 51 mil 100 millones de pesos y estamos hablando de una entidad de 18 municipios en contraste de 72 municipios que hay en Sonora. Se dice que en la pasada administración panista volaron más de 33 mil millones de pesos o sea 7 casi veces más que la deuda que adquirió la nueva administración; la recaudación del estado en placas y licencias de vehículos, prediales, licencias de alcoholes etc. Es una mínima cantidad que no permite administrar una crisis financiera. Fuera de lo mediático el daño real es también una amenaza real a la gobernabilidad del estado; el despojo patrimonial es de una magnitud que deja al estado en la deriva financiera; lo que puede suceder es una crisis que no se tendía capacidad de administrarse. Terrenos del fundo legal, de playas, automóviles, licencias, infraestructura hasta llegar a las Área verdes de cuanta colonia o fraccionamiento se encontraron es algo que debe tomarse muy en serio porque podría ser en un momento dado soporte en caso de una crisis financiera impredecible. No se sabe hasta donde las instancias de justicia podrán lograr rescatar del daño patrimonial de los sonorenses y lo que si no puede descartare es que ante la humillación y la indignación, y la nula respuesta a los reclamos sociales la población tome medida para rescatar lo que legítimamente les pertenece o bien propiedades indebidas que bien pueden servir para cubrir necesidades apremiantes; ahí está la rabia y todo es cuestión de tiempo. Esperemos que los demonios no se suelten. César del Pardo Escalante |
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