Como cada año, el pasado domingo 1 de Mayo, las organizaciones que conforman el Frente Amplio Social Unitario, celebramos del día del trabajo con un desfile independiente que pasó inadvertido para casi todos los medios de comunicación.

Con los grandes temas nacionales de los maestros que protestan por la reforma educativa, de los adultos mayores que no tienen acceso a una pensión, de los ex braceros que no pueden recuperar sus ahorros, de empresarios y comerciantes inconformes con la reforma fiscal y hacendaria, de ciudadanos organizados o no que rechazan incrementos en los precios, sobre todo de la canasta básica, recordamos la lucha obrera que a lo largo de los años ha buscado la verdadera justicia social. Las reformas estructurales han provocado más problemas que soluciones. Nos preguntamos; ¿Qué sigue?, ¿La reforma en materia de salud?, ¿La privatización de la atención médica?, ¿hasta dónde vamos a permitir que este proyecto de muerte continúe? Lo sucedido en Ayotzinapa nos demuestra la bajeza, la corrupción y la impunidad en la que estamos inmersos. Y localmente no nos quedamos atrás, las protestas también se hacen presentes y se suman los temas locales agrupados en grandes problemas; el pésimo transporte urbano, las famosas fotomultas, el incremento en los precios, la mala calidad educativa, el endeudamiento estatal, el ridículo salario mínimo para los trabajadores, la explotación de los jornaleros agrícolas. Pero bueno, como diversión tenemos el circo formado por el proceso electoral, donde se escuchan de los candidatos grandes propuestas para resolver los problemas locales: alguno propone acabar con la corrupción y consolidar la seguridad en el estado, ¿cuál seguridad? si los robos y las ejecuciones continúan, o meter a los corruptos a la cárcel, quimera que no alcanza a los políticos de alto nivel, otro candidato propone crear la ley del adulto mayor, que ya existe, uno más incrementar en 25 pesos el salario mínimo, lo cual es de competencia federal, o contar con empleos y vida digna, consolidando la utopía. Y ante este ramillete de bellas promesas, el órgano electoral solo nos bombardea con spots y el mensaje de los candidatos pero no abre los espacios necesarios para el debate y la confrontación de ideas. ¿Cómo lo piensan hacer? ¿Con que elementos? La lucha obrera se ha extendido a la lucha social sin demasiado eco. Reclamo de los ciudadanos es que los candidatos hablen, y que hablen con la verdad. Correo: [email protected]