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ATOLITO CON EL DEDOPor VICTOR MANUEL MEDINA CALDERON, 2015-09-01 05:04:45
Hace 10 años, un grupo de ciudadanos nos dimos a la tarea de denunciar las fallas del departamento de transporte y dirección de tránsito y vialidad por las irregularidades en el sistema de transporte urbano en esta ciudad de Chihuahua. Acompañados de agentes de la dirección de transporte, validamos en camiones detenidos al azar, que tanto las unidades, como los choferes y la documentación, estuvieran apegados a la legalidad, según lo especificado en la propia ley de transportes. Los resultados en las tres revisiones que se hicieron en un periodo de dos años fueron los mismos. Más del 50 por ciento de las unidades que prestaban en servicio de transporte urbano contaban con la complacencia de la dirección de transporte para violentar la ley. Porque aparte de que había camiones circulando con más de 10 años de antigüedad, en malas condiciones, contaminando el ambiente, sin licencia, tarjetón ni chequeo médico a los choferes, sin placas, sin cinturones de seguridad, sin radios de comunicación y sin cumplir con la famosa “última vuelta”, el sistema de transporte urbano cumplía con el fin de trasladar a miles de chihuahuenses de un punto a otro de la ciudad en forma más eficiente de lo que hoy tenemos. Paradójicamente, hoy contamos con un sistema de transporte urbano que requirió una inversión de más de mil millones de pesos, la enajenación de cientos de metros de asfalto sustraídos a los automovilistas y la imagen de una parte del sistema de primer mundo, mientras en la realidad, en las rutas alimentadoras siguen los mismos problemas y la afectación de daños se ha extendido a los concesionarios y a los choferes mientras los usuarios seguimos padeciendo la falta de visión social en un proyecto de movilidad urbana mal diseñado, mal ejecutado y mal administrado. En el caso de los concesionarios, estos no han recibido el pago prometido al poner a la disposición de la empresa administradora sus unidades y compromiso y en el caso de los choferes su estabilidad laboral no ha sido respetada, sus derechos violentados y faltando a la legalidad en donde la justicia ha demostrado ser no solo ciega, sino manca y coja. Y ¿los usuarios?, esos batallamos todos los días para subir a la lata de sardinas que representa el vivebus, a viajar de pie, apretados, con el ineficiente sistema de cobro por tarjetas, con rutas alimentadoras que no operan como deberían, unidades en pésimas condiciones, horas de espera en las paradas de las rutas alimentadoras, largas filas para abordar y espacios amplios por recorrer para llegar a un destino de abordaje. ¿Quién gana en este tema?, sale sobrando la pregunta, tendremos que esperar al 30 de Septiembre para ver si se logra evitar la huelga programada y esto solo será posible si se cumplen los derechos de los trabajadores que difícilmente podrán volver a aceptar que, otra vez, les den atolito con el dedo... Correo: [email protected] |
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