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LA SALUD Y LA POBREZAPor VICTOR MANUEL MEDINA CALDERON, 2015-07-29 14:25:18
Desde hace algunas unas semanas, circula en la voz popular, sobre todo por las redes sociales, la advertencia de que instituciones del sector salud como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), va camino a la privatización, lo cual redundará en que los beneficiarios tendrán que pagar por los servicios prestados a instituciones privadas y de igual forma el conseguir sus medicamentos para enfermedades como el cáncer, la diabetes, la hipertensión arterial y otras de tipo degenerativo. Sin embargo la dirección del IMSS ha establecido que esto no será en breve, púes habría que modificar varias leyes en el tema de la salud, lo cual es facultad de las Cámaras encargadas de la legislación en nuestro país. Es tema popular y la preocupación es real, también el hecho de que la institución está sobresaturada para dar un servicio de calidad como lo merecemos los mexicanos y la falta de medicamentos es el pan de cada día, mientras los usuarios tienen que esperar varios meses para lograr una consulta con un especialista u obtener el privilegio de un espacio en el quirófano para una intervención, ya que la priorización de urgencias no permite la programación en tiempo real. Y nadie duda de que esto ocurra, pues desde hace tiempo que a nivel federal se iniciaron las reformas en varios temas. Llegó la reforma educativa, la energética, la fiscal, la laboral y la reforma política que son ya una realidad, sin que existan resultados palpables que sean de beneficio social, sino solo de beneficio para los que tienen intereses de tipo económico y político. Por lo anterior, es preocupante que también se pretenda llegar a una reforma al sector salud que seguramente contemplara algunas de las linduras explicadas en renglones anteriores, en el afán de privatización al que nos lleva el proyecto neoliberal que sustenta nuestro país y que a pesar de lo podrido se empeñan en continuar bajo la amenaza de los organismos internacionales de no separarnos de ello conocedores de las consecuencias que implica el hacerlo. Sin embargo, la respuesta institucional en el ámbito local a tales rumores, se da en los hechos, con la firma de un convenio de colaboración entre el IMSS y la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, vigente a la fecha, que establece que los derechohabientes del IMSS podrán usar las instalaciones de los hospitales de gobierno, conforme sean analizados y canalizados, y la infraestructura de salud del gobierno del estado, tanto en hospitales, como centros de salud, laboratorios y equipo ya están disponibles para los derechohabientes del IMSS. Este convenio, abarca 73 padecimientos entre los cuales se encuentran la quimioterapia, la radioterapia, la estomatología, la urología, la hospitalización quirúrgica y varios más. Solo esperamos que no existan sorpresas a la hora de utilizar estos servicios ante el derecho a la salud plasmado en nuestra Constitución. También es preocupante el hecho de que nuestro estado no avanza en el combate a la pobreza, a pesar de los programas que existen para tal fin, sino por lo contrario, está se incrementa, ya que del 2012 a 2014, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Chihuahua fue uno de los estados donde más creció la pobreza extrema. Dentro de los cinco estados de la república donde más aumentó la pobreza extrema, Chihuahua marca un crecimiento del 1.6 por ciento, ya que en el 2013 se estimaba que el 3.8% de la población vivía bajo condiciones extremas y en el 2014 ese porcentaje cerró en 5.4% de la población, lo que significa que en el estado hay un total de 183 mil 949 personas que se encuentran en el rango de la pobreza extrema. Hay que dejar claro que existen varios niveles de condición de pobreza, el más bajo es el de la pobreza extrema que representa que una persona que vive en estas condiciones es porque dispone de un ingreso tan bajo que, aún si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para una vida sana. Según el Coneval, el valor de la canasta básica para alcanzar el bienestar mínimo (solo en alimentación), para una persona al mes está calculado para la zona urbana en 898 pesos al mes y en 1,281 pesos para la zona rural. Correo: [email protected] |
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